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Creemos que la educación debe ir encaminada a lograr el desarrollo de todas las capacidades, habilidades y ctitudes que hagan de nuestros alumnos ciudadanos responsables y competentes que aporten un valor presente y futuro a la sociedad en la que se van a desarrollar como personas. Pretendemos que esta formación integral y personalizada les ayude a descubrir sus aptitudes y limitaciones y les potencie el desarrollo de todas sus capacidades.

Para el desarrollo de esta tarea es importante que familia y escuela caminemos juntos en la transmisión de unos valores que sirvan de referencia y de guía a nuestros alumnos.

Para conseguir nuestras finalidades educativas, nuestra comunidad escolar cuidará:

  1. Los primeros años de la vida, básicos en el desarrollo de la personalidad.
  2. El desarrollo psico-afectivo.
  3. El desarrollo intelectual.
  4. El desarrollo corporal y la práctica del deporte.
  5. El desarrollo y la vivencia de los valores.

La actividad educativa se desarrollará atendiendo a los siguientes principios:

1. La formación personalizada.
2. La participación y colaboración de los padres o tutores.
3. La efectiva igualdad de derechos entre los sexos.
4. El desarrollo de las capacidades creativas y del espíritu crítico.
5. El fomento de los hábitos de comportamiento democrático.
6. La autonomía pedagógica, dentro de los límites establecidos por las leyes.
7. La atención psico-pedagógica y la orientación educativa y profesional.
8. La metodología activa que asegure la participación de l@s alumn@s.
9. La evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
10. La relación con el entorno social, económico y cultural.
11. La formación en el respeto y defensa del “medio ambiente”.

Dentro del respeto a la conciencia y a la libertad personal, pretendemos favorecer en l@s alumn@s, elconocimiento del Mensaje Cristiano, para que puedan progresar en la formación de la conciencia moral, desde una auténtica libertad personal, descubriendo y vivenciando los valores humanos con una perspectiva evangélica, construyendo así el lenguaje de la fe.

Desde esta perspectiva evangélica, nos proponemos posibilitar una formación que los haga hombres y mujeres responsables de sí mismos y del mundo donde están inmersos, abiertos y solidarios con los demás, comprometidos en la transformación de la sociedad, para hacerla más justa y más fraternal.