Dice el diccionario en su primera acepción que correr es andar rápidamente y con tanto impulso que entre un paso y el siguiente, los pies o las patas quedan por un momento en el aire. Lo que no dice, en ninguna de sus 45 acepciones es que una vez que empiezas es casi imposible librarse de las ganas de seguir corriendo, mejorar y hacerlo cada vez más rápido y mejor.

Empecé a correr una tarde cualquiera del mes de julio de hace tres veranos con mi hijo Pablo que decidió de buenas a primeras que quería correr la carrera nocturna. Una idea que me pareció desorbitada pero que , impulsada por esa sensación de tenerlo todo a mano que te da las vacaciones y estar en la playa, no combatí. Así que de pronto me vi colocando una app en mi móvil de esas que te llevan casi en volandas. Empezamos a correr en Barbate. Primero tres interminables minutos corriendo y cinco andando, después cinco corriendo también interminables y dos andando, pocos días más tarde diez minutos ¡del tirón! corriendo…..y efectivamente llegamos a finales de septiembre y corrimos Pablo, su padre Paco y su madre, o sea yo, la carrera nocturna. Fue una experiencia inolvidable que además compartimos con otros padres del colegio tan inexpertos y con tanta ilusión como nosotros

Al año siguiente Los Rosales decidió crear un Club de Atletismo y nos apuntamos todos a las carreras populares. Hemos participado en las dos últimas ediciones siempre con la compañía del cole y el apoyo inestimable de Roberto, profesor del deporte del colegio y alma de nuestro club.

Desde entonces seguimos corriendo, ¿qué nos aporta? a mí el convencimiento de que el esfuerzo siempre tiene recompensa y a la familia la sensación de equipo con la que siempre hemos querido educar a nuestros hijos. Lo mejor, la capacidad de sacrificio que he descubierto en Pablo que, evidentemente, con 14 años llega ya muy por delante de nosotros en la meta. Cuando la atraviesa y mira con orgullo el tiempo que ha logrado, gracias a los entrenamientos y a su esfuerzo individua,l me doy cuenta de que correr no es sólo andar rápidamente y con impulso entre un paso y otro por más que lo diga el diccionario.

Beatriz Galeano: periodista, madre y profesora del Colegio Los Rosales